Caza
En general, la Cordillera Cantábrica constituye una reserva natural de especies de caza mayor como pueden ser el jabalí, el rebeco, el corzo o el ciervo, aunque también abundan especies menores como la liebre, el conejo, la perdiz o la codorniz. Por el peligro de extinción de algunos de ellos, en los años sesenta se crearon en la provincia tres grandes reservas, dos de ellas situadas en las comarcas cercanas de Riaño y Mampodre. La belleza de estas reservas naturales y su contribución a la mejora y desarrollo de las especies cinegéticas otorga a la zona un lugar idóneo para el paseo y las excursiones. No obstante, el resto del paisaje de las cinco localidades que conforman el municipio, sin ser reserva nacional, tiene una belleza especial que admirar y donde ”perderse”, la caza media, sin embargo, está permitida mediante permisos especiales que, además de garantizar la conservación de las especies, favorece la práctica del deporte en la zona. La Reserva Nacional de Riaño está ubicada en la zona de los Picos de Europa, a unos 20 kilómetros, tiene una superficie de 738.214 hectáreas y abarca los municipios de Acebedo, Boca de Huérgano, Burón, Oseja de Sajambre, Pedrosa del Rey, Posada de Valdeón y Riaño. Por su parte, la Reserva de Mampodre está situada más al oeste de Riaño y comprende las sierras de Las Murias, Sentiles, Picos de Mampodre y Pinar de Lillo, y ocupa una superficie de 29.238 hectáreas.
El municipio de Sabero cuenta con una Asociación de Cazadores, fundada en 1.998, que gestiona el coto privado de caza mayor y que comprende los terrenos de utilidad pública del valle, alrededor de 1.000 hectáreas. El corzo y el jabalí constituyen las especies más habituales de la caza mayor en la zona; en cuanto a la caza menor, es habitual encontrar perdices y liebres. Entre los objetivos de la Asociación está el fomentar la reproducción de las especies de la zona, en la que también habitan milanos, ratoneros, buitres leonados, alimoches, garduñas...
Pesca
La pesca es uno de los deportes y tradiciones más arraigados en la provincia y en esta zona, especialmente gracias al abundante caudal de los ríos que descienden de la Cordillera Cantábrica. El deshielo y las copiosas lluvias también favorecen la repoblación de especies como la trucha o el barbo, siendo la trucha el pez favorito para la pesca en la zona. Sólo en la comarca, existen más de 200 kilómetros trucheros de los más de 3.000 kilómetros que comprenden los ríos leoneses.
El Esla, río que baña estas tierras, se ha caracterizado siempre por ser un río pesquero excelente. La fama de las truchas de la zona ha sobrepasado los límites provinciales y nacionales. Los sistemas de pesca más utilizados en los ríos leoneses son el de caña o cebo natural, artificíal, a mosca y a cucharilla.
Existen en el municipio dos cotos de pesca pertenecientes al río Esla, Las Salas y Valdoré. Desde siempre en el Valle de Sabero los pescadores realizaban artesanalmente sus propios anzuelos y, aún hoy, algunos pescadores dedican sus ratos libres a la fabricación de éstos. El más utilizado es el de”mosca ahogada” o ”a la leonesa” aunque también se pesca con “cola de rata” si bien la fabricación de este tipo de anzuelo es más cara y menos habitual.